Fundamentos de la UTE

patio rosas.jpg

 

Aspectos fundamentales sobre los que descansa la Unidad Terapéutica y Educativa:

  I. El reconocimiento de la potencialidad, calidad profesional y humana de quienes trabajan en el ámbito penitenciario, con especial referencia al grupo de vigilancia, que representa la inmensa mayoría del colectivo penitenciario y, por supuesto, la primera línea de intervención en la prisión.

  II. El reconocimiento de las personas internas como sujetos activos en su proceso de cambio personal.

  III. El encuentro entre ambos colectivos superando el antagonismo histórico y estableciendo un modelo de relaciones en un marco de cogestión o corresponsabilidad, que se concreta en la creación de una organización social que va a generar o posibilitar:

           A. La superación de la subcultura carcelaria en el espacio físico de la prisión (un espacio libre de drogas, sin violencia, sin grupos de presión, liberado de la “ley del silencio”); en el que tienen cabida hombres y mujeres, jóvenes y personas adultas, con problemas de toxicomanía o no, personas primarias y reincidentes, en situación preventiva o penada, en segundo o primer grado penitenciario, excepto condenados por delitos de tipología sexual en aquella unidad en la que convivan internas. Espacio en el que los funcionarios y funcionarias de vigilancia cambian su rol por el de educadores y educadoras de hecho, participando directamente en la actividad terapéutica, constituyendo con el resto de profesionales el Equipo Multidisciplinar, órgano máximo de decisión de la UTE.

          B. La vida en este espacio tiene como eje central el grupo terapéutico, junto con la escuela y las actividades formativo-ocupacionales como instrumentos de intervención y de desarrollo terapéutico.

          C. La concienciación de las personas internas a través de la asunción de los déficit y carencias que arrastran en el proceso de su vida y que les van a conducir a la actividad delictiva. Siendo éste logro el objetivo último de toda la actividad terapéutica y educativa desplegada en este espacio para su posterior derivación a los diferentes recursos existentes en la sociedad.

           D. Estimación de la salud a través de la creación de un espacio saludable para todas las personas internas, y en especial para quienes padecen enfermedades infecto- contagiosas en particular, que se concreta a través del Taller de Educación para la Salud.

          E. Un espacio educativo en todas sus dimensiones, de tal manera que todas las experiencias y actividades que se desarrollan tienen dicho carácter.

           F. Aislamiento del resto de la población reclusa y apertura a la sociedad, con la que se relaciona tanto en el interior como en el exterior, a través de las distintas instituciones públicas y privadas. En este sentido hay que resaltar que el décimo aniversario de la UTE marcó un hito, al celebrarse en la Junta General del Principado de Asturias (Parlamento Regional), con la intervención de quienes eran portavoces de los distintos grupos parlamentarios.

          G. Valoración del concepto de reinserción, entendido éste como un proceso de socialización que se puede iniciar en la prisión, pero que continúa y finaliza en la sociedad a través de los distintos recursos terapéuticos.

          H. La prevención, en cuanto que evita los procesos de desocialización que surgen de la asimilación de cárcel como escuela de delincuencia, aspecto fundamental que afecta a jóvenes que ingresan por primera vez en prisión, que tienen ahora la posibilidad de integrarse directamente en la Unidad, evitando pasar por otros módulos. Se trata, en definitiva, de que todo el tiempo de privación de libertad en el espacio físico que representa esta Unidad sea tiempo terapéutico y educativo.