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Tanto el objetivo general como los objetivos específicos vienen recogidos en el contrato terapéutico, que a partir de 1994 con la creación del primer “espacio libre de drogas”, cambia sustancialmente en cuanto a nivel de derechos y obligaciones para los internos e internas que se encuentran en la UTE.

OBJETIVO GENERAL. Preparación sistemática de la persona interna a través de un proceso educativo integral que permita la concienciación y normalización para continuar su reinserción en los diversos recursos terapéuticos externos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS. Desintoxicación y deshabituación en las personas afectadas por su adicción a las drogas. Integración y estabilización de las personas con larga trayectoria toxicofílica en programas de disminución de daños (programa de mantenimiento con metadona). Adquirir mecanismos y actitudes que le ayuden a reforzar su proceso personal de cambio y el abandono de las conductas delictivas. Interiorizar hábitos y habilidades sociales que le permitan adoptar una forma de vida saludable. Educar en valores y actitudes prosociales. Promover la positiva utilización del tiempo libre. Iniciar o retomar estudios inacabados u otro tipo de formación. Trabajar la comunicación y las relaciones positivas entre las personas. Fomentar aspectos de crecimiento personal como el autocontrol, la autoestima, sinceridad y responsabilidad. Incentivar las relaciones familiares.