Familiares de presos exigen "investigar a fondo" las muertes en Villabona

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La madre y la hermana de dos langreanos fallecidos por sobredosis en la prisión dudan de la hipótesis oficial y reclaman más información

26.05.2016

Langreo, M. Á. G. "Queremos que se investiguen a fondo sus muertes; no te dicen nada. Parece que allí dentro vale todo". Lo dicen las familias de Eugenio Fernández da Silva y Omar González López. Ambos eran langreanos y murieron en la prisión de Villabona a lo largo del último año, presuntamente por sobredosis, cuando se encontraban en el penal asturiano de forma provisional, derivados desde otras prisiones, a la espera de comparecer ante el juez por causas pendientes. En poco más de año y medio se han producido seis muertes en Villabona, cuatro de ellas vinculadas con sobredosis. Desde 2011 hubo en la cárcel de la región una treintena de muertes, por causas naturales, consumo de drogas o suicidios, entre otras causas.

Los familiares entienden que esas muertes no se investigan en profundidad y que no se les está proporcionando toda la información. Por ese motivo, los parientes de los dos reclusos langreanos fallecidos en Villabona quieren impulsar un colectivo de afectados de toda Asturias para presionar a las instituciones penitenciarias y "que se aclare lo que está pasando". La Asociación de Parados del Valle del Nalón (Adepavan) ha prestado su colaboración en el empeño.

Estela Fernández da Silva perdió a su hermano Eugenio, de 33 años y natural de Riaño, en abril de este año, por una sobredosis. "Tienes una sensación de impotencia porque te encuentras que no hay una investigación ni te dicen nada. Es como pegarse contra un muro. Cada muerto es sólo uno más, un número", explica esta langreana para añadir a continuación: "Eugenio venía de otra prisión, de Monterroso (Lugo), donde se encontraba perfectamente y no consumía drogas. Él venía para comparecer en un juicio que se debía celebrar de viernes. Ingresó de jueves por la mañana y por la tarde apareció muerto a la hora de la siesta. La autopsia no ha llegado todavía, pero la explicación fue que murió por sobredosis de heroína y pastillas". Para Fernández esta hipótesis no resulta creíble. "No es lógico. Para ser consumidor necesitas un nivel de dinero bastante elevado que él no tenía y si llegas de otra prisión se supone que vienes de traslado y que tienes que estar controlado. Algo pasó ahí que no sabemos. La información que nos dan es cero".

Esta vecina de Langreo argumenta que lo que "pedimos es que lo investiguen porque ya somos muchas familias para poder hacer algo. Se supone que los presos tienen que reinsertarse a la sociedad para salir a una vida mejor y eso no está pasando". Y añadió: "Son lo último allí dentro. Sé de casos de peleas y ahí los dejan. Tienen que buscarse la vida".

Omar González López, hijo de Marta López, era de Sama y tenía 27 años cuando murió, en abril del año pasado, también por una sobredosis. "Él estaba en Villabona, pero pidió el traslado y, tras pasar por Burgos, estuvo en Teixeiro (La Coruña). Tuvo que volver a Villabona para un juicio. Yo esperaba poder ir a verlo, pero me llamaron para decirme que Omar había aparecido muerto. En algunas informaciones dijeron que no se habían encontrado indicios de droga ni de nada, pero en otras ya hablaban de sobredosis", una tesis con la que Marta López no está de acuerdo. "No me cuadra. Todo esto debería investigarse más y hemos puesto una demanda".

Para la madre del recluso langreano fallecido "a los presos se los está tratando en Villabona como mercancía. Se supone que no puede haber drogas dentro de una cárcel, pero las hay y también se están viviendo situaciones de violencia. Los tienen abandonados completamente. Yo tengo claro que no miran para ellos. Parece que vale todo allí dentro. Hay más personas afectadas y queremos que se unan a nosotros para hacer fuerza y que todo esto se aclare".

La asociación Adepavan se ha puesto al frente de la iniciativa porque, según su presidente, Héctor Palacio, "es un auténtico escándalo que hayan muerto tantas personas en tan poco tiempo y que no se tome ninguna medida política ni que haya ningún tipo de responsabilidad por parte del centro. Es una cárcel que está inundada de drogas de baja calidad, con tratamientos médicos que saturan a los presos de pastillas, con unos aislamientos tercermundistas y sin políticas de reinserción".

Palacio asegura que "muchas veces se tapa" lo que pasa y "se tira de largo diciendo que son casos de sobredosis, pero habrá que investigar más a fondo". El colectivo, que ha pedido una reunión con la dirección de Villabona, también exige a los partidos que se impliquen.

 

      Noticia de La Nueva España de dia 26/05/2016